Tal vez, de todos los trabajos, de todas las tareas que como presidente de la Asociación del Personal Jerárquico del Agua y la Energía debo cumplimentar a lo largo de un año, esta introducción a la Memoria Anual sea una de las más gratas, porque se trata de ejercer la memoria, justamente. De recordar, evocar y poner en blanco y negro, con palabras, los hechos del ejercicio que corresponde. Y esto es muy bueno porque los humanos tendemos a olvidar lo pasado. El presente y sus demandas, y el futuro y sus promesas, nos obligan a ir dejando, como una piel vieja, los momentos pasados. Y esto, que por un lado es inevitable, por otro nos despoja demasiado rápidamente de nuestros actos. Creo, humildemente, que recordar lo que hicimos es bueno porque sirve como escuela de experiencia; es útil, porque nos indica si fuimos suficientemente diligentes y eficientes en nuestras tareas y, por cierto, es un deber para con nuestros afiliados, pues ellos nos dieron un mandato dirigido a cumplir determinadas acciones y deben ser informados claramente de los resultados de nuestra gestión.